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lunes, 25 de septiembre de 2006

Umberto Eco: cibernautas gutenbergianos

Con esa lucidez habitual que irrita a los irritables urbi et orbi, Umberto Eco responde a las preguntas de Francois Armanet en una entrevista publicada en Le Nouvel Observateur, versionada en nuestro idioma por www.elpais.es

A mí lo que me irrita es que el software de la computadora me "corrija" inconsultamente cada vez que escribo Umberto Eco, suplantándolo por un ignoto "Humberto" con hache muda. Por lo demás, concuerdo con el semiólogo italiano sobre el papel de la web y demás ideas conexas que reproduzco aquí. En mi biblioteca atesoro "El péndulo de Foucault", pletórico de notas mías a pie y costados de página, textos subrayados y párrafos enteros resaltados en amarillo. Manías de lector que se vale de los libros cual herramientas que son.

P. ¿La civilización de lo escrito tiene todavía un buen futuro?
R. Eso espero, por usted y por mí. Es cierto que hacia mediados del siglo pasado había sociólogos que predecían una civilización de la imagen, anti-Gutenberg. Pero el ordenador e Internet han restablecido la primacía de lo escrito: el hombre-Internet es un hombre gutenbergiano.
P. ¿Adónde va Internet?
R. Lo ignoro. Aunque Internet haya cambiado nuestras vidas, este progreso tecnológico podría conducirnos a una regresión cultural. Borges nos contaba en Ficciones la historia de Funes o la memoria, este hombre que se acordaba de todo, de cada hoja que había visto en cada árbol, de cada palabra que había oído durante su vida y que, debido a su memoria total, era un perfecto idiota. La función de la memoria no es sólo conservar, sino también filtrar. La cultura es también un proceso de conservación y de filtración, por medio del cual sabemos quién era Hitler, pero no de qué color eran sus calcetines el día en que se suicidó en su búnker. Ahora bien, para un navegante ingenuo, Internet es Funes. Internet le dice todo sin decirle si tal o cual información es fiable. Si no se es un experto es muy difícil decir si un sitio dedicado, por ejemplo, a los platillos volantes es serio o delirante. Toda cultura está regida por los filtros de las enciclopedias (en el sentido del Larousse, pero también de repertorio de saber virtual compartido por una comunidad). Pero la enciclopedia puede decirnos cosas falsas, como las de principios del siglo XX, que nos hablaban del éter cósmico. ¡Si no se educa a los internautas para la navegación, acabaremos por tener 6.000 millones de enciclopedias, una por cada habitante del planeta!
P. Usted es novelista, filósofo, semiólogo, polemista... ¿Cuál es su definición de hombre de bien? ¿Cuáles son los placeres de la erudición?
R. El hombre de bien es el guardián de la enciclopedia y a la vez su crítico. Los placeres de la erudición son otra cosa. La erudición no es la cultura, es una forma particular y secundaria. La cultura no consiste en saber la fecha de nacimiento de Francisco I. Ser cultivado significa ante todo saber que fue un rey de Francia durante el Renacimiento, y cuál era el papel de Francia en el contexto europeo de la época. En cuanto a su fecha de nacimiento, la cultura permite encontrar esta información si se necesita.

4 comentarios:

Thais_R dijo...

Umberto Eco es un personaje muy interesante de leer, conozco principalmente sus escritos en cuanto al tema de la semilogía. En cuanto a lo que plantea de la informacion en internet pienso que realmente aquellas personas que "navegan" sin saber, sin conocer, pueden conseguir un sin fin de informaciones que no sabran decodificar, el internet nos muestra una gran gama de información que debemos filtrar tal como plantea Eco...
http://colibriart.blogspot.com/

P. E. Rodríguez/R.Coll dijo...

En uno de los libros más hermosos de Umberto Eco, Seis paseos por los bosques narrativos, se lee con gusto esa maravilla del desconcierto que es la noción de Enciclopedia aplicada a la veracidad del relato.

Eco se pregunta: ¿Qué diferencia, estructuralmente, un texto apócrifo de un texto verídico? Se responde: la Enciclopedia del Lector. La mirada del lector.

Como quien decide cómo va el mundo cuando mira la oscuridad de la noche más allá del ventanal, levantando la mirada del libro, independientemente que en las páginas que le acompañan susurre Bram Stoker o la Cucarachita Martínez, en otra de las suyas.

Me gusta tu blog, Javier. Lo estaré visitando.

©Javier Miranda-Luque dijo...

Colibriart: aunque detesto las parábolas cual degeneraciones evangelizadoras que pretenden ser, pues me voy a valer de su usanza para argumentar que, en la web, el "criterio" funciona como la nave da cada quién y así nos encontramos, en este mar picado, cayucos y carabelas. Y, una vez más, Umberto sin hache nos obsequia un punto de coincidencia.
Gracias por tu visita que he honrado con reciprocidad de cibernauta atento al protocolo.

Rodrigo: no conocía esos bosques narrativos de Eco. Y sí, la libertad del lector es plenipotenciaria, en cualquier formato que se accese. Aquí se me ocurre una variante para la publicidad de Absolut Vodka: Absolut Reader (que no Digest).
Frecuento tu blog y aprecio tu comentario.

Abrazo sin hache, pero con eco, JML.

©Javier Miranda-Luque dijo...

Mi estimado Torrealbart: "accesar", efectivamente, no figura en la 22 edición del DRAE. A lo mejor, el año que viene, la incorporan. O no. Mientras tanto, me tomo la licencia poética de usarla a mi entera conveniencia. Y es que el lenguaje, como ente vivo, es dúctil y metamórfico, cual piel que acariciamos desde el teclado o pupilas mediante. Confío en que mi dislate no te importe en demasía. Hay tantos neologismos a los que no me sustraigo y arcaísmos a los que no renuncio.

Ah, por cierto, no logro acceder a tu blog, desde tus comentarios dejados en el mío. Apenas llego a la "alcabala" del perfil de blogger. ¿Sabrás qué sucede y si podrá remediarse?

Abrazo errático, JML.