BLOG-TRAILER

lunes, 11 de septiembre de 2006

"Ven desnudo. Sal vestido"

Tal el eslogan de la boutique catalana de moda casual "Desigual". Y sí que fueron. Sí que sí. Más que a la convocatoria de Spencer Tunick. Total, estamos en verano y aquí hay regalo incluido, más allá de la copia de la foto autografiada, tamaño 8x10, que te debe llegar por correo postal en cualquier momento. De aquí sales vestido de la cabeza a los pies, lingerie 100% cotton también. Los mercadotécnicos habían previsto un centenar de consumidores y llegaron quinientos cuerpos empelotados. Ahí, en la foto extraida de www.elpais.es, los ves. Y se les ve bien, a su aire, contentos, a por la ropa, tío.

Imagen edénica que deberíamos clonar por estos trópicos, ¿no? A ver qué pasa, digo yo. Filas de Adanes y Evas frente a las Quintas Leonor de todo el país (la manzana sería la ropa y la serpiente el mercader, exégesis bíblica dixit). Los abstencionistas del naturalismo que se queden en sus casas. Nosotros, aquí en la cola, desvestidos y alborotados, esperando ¿votar?

—Par de bluyines me voy a encasquetar uno sobre el otro, mi pana.

—Así se habla, compañero, yo vengo por mi chemise colegial y unas bermudas que combinen.

—¿Ustedes sabrán en que piso estarán los trajes de novia?

—Claro, muñeca, yo mismo te escolto.

Esta tendencia se denomina "ambient marketing" y consiste en convertir al propio consumidor en el aviso publicitario. El viejo visionario que era McLuhan se quedó corto cuando esbozó aquello de que "el medio es el mensaje". Este bendito tercer milenio nos grita que "el cuerpo, imbécil, el cuerpo es el mensaje".

Y vaya si hay corpus donde ya me gustaría escribir a mí, demorándome luego en las correcciones, editar, revisar sinónimos, voluntariar circunloquios, copiar y pegar.

No hay comentarios.: