BLOG-TRAILER

lunes, 11 de septiembre de 2006

SEPTEMBER, ONCE: SIN TON NI-XON

No se asusten con la foto que voy de cine.

Disiento absolutamente de un amigo cinéfilo quien me desaconsejó este film: “The assassination of Richard Nixon” (2004). Debe ser que lo vio en una sala de cine y los vecinos de butaca no emanaban buen feeling o las cotufas rumiadas destilaban sal y el refresco perdió el gas. No lo sé.

Yo me vi la película en el dvd doméstico, repatingado en el sofá, refrescando con regularidad premeditada mi trago servido en el tazón azul traslúcido de Starbucks que me trajo mi cuñada Betty de gringolandia. Y aunque se supone que en este obeso recipiente se tome café, pues yo escanciaba ron añejo creole entre rebosantes cubitos de hielo que crujían ahogándose en el infierno etílico de 40º.

Y la peli me gustó, obviando el estúpido título de "Días de furia" que le impusieron para nuestro mercado spanish spoken. A mí, como espectador, todo me funciona salvo los seis minutos finales que reflejan, según nos advierten, una “true story” que resulta harto oportuna tal día como hoy.

El ex-duro que noqueaba paparazis cuando estaba empatado con Madonna, o sea, Sean Penn, convence en su encarnación de un vendedor a quien se le desmorona su mundo alrededor y decide inmolarse llevándose por los cachos al embustero supremo. Si, ya sé que la anécdota está trillada: “Temed la ira de los mansos” y tal. Pero aquí asistimos al proceso pormenorizado de la angustia contenida goteando, al desenmascaramiento de la pesadilla americana y no quiero seguir incurriendo en lugares comunes y frases hechas.

Apenas digo que, así, por casualidad, me topé con este film en fecha emblemática y disfruté su intensidad in crescendo que transcurre aquel 1974 cuando “Dick” Nixon gobernaba exhibiendo su grotescocefalia que ha permitido fabricar millones de máscaras de halloween con sus rasgos. Nada de Watergate, todavía.


Estoy comenzando a rebatir la tesis de Burris Frederick (Skinner, of course), de que “la historia nunca se repite”. Creo que, en esta asignatura, somos repitientes recalcitrantes.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La historia se repite... no somos conscientes de cuánto! Lo digo desde el bienestar europeo y viendo pasar a la izquierda caviar confundida en alabanzas al "Ché" (criminal) Guevara o al dictador Fidel. Ricos de la nada ahogan su sentimiento de culpa por el éxito fácil en un antiamericanismo oportunista con ONG's al más puro estilo Susanita, la amiga de Mafalda. Se repite la historia con ecos escatológicos y coprofágicos, que causarían hilaridad si no fuera porque citan al Mico-mandante en los programas "humorísticos" más que en las noticias. Se repite la historia burlándose de sí misma. El ciclo es cada vez más corto.

Guido