Vive anestesiado por dosis regulares de alcohol, ficción cinematográfica y nicotina. Tras un par de divorcios y prole dispersa, se impuso no reincidir en trampajaulas afectivas. Cuarenta semanas al año, sus viajes de trabajo bordean el hastío que combate con una antología en video de 1296 películas donde destacan las diez que rescataría de la extinción nuclear; las clásicas; las bizarras; las irrepetibles; las inteligentes; las precursoras; las espectaculares; las tremendistas; las menores; las entrañables; las de autor y un peculiar etcétera, clasificadas en su computadora por director; año de rodaje y fecha de estreno; protagonistas; sinopsis; referencias, influencias y valoración crítica. Frecuentemente, organiza mini-ciclos intensivos del nórdico Jan Kadar o las distintas versiones de un mismo guión, donde sus invitados pagamos con generosas raciones de bebidas y delicatesses el ticket de entrada a la cinemateca que ha erigido en su apartamento de sin cuenta metros cuadrados. En uno de sus viajes, el festival fílmico de Topía y Ramón coinciden. Abandona sus labores habituales de compra/venta para sumergirse sin pausa en la balsámica oscuridad de diversas salas contiguas. El concepto multiplex lo absorbe y encandila. Películas transculturales, babelparlantes con subtítulos. Reflejos deslumbrantes de otras vidas. Operas primas, cine-foros, retrospectivas. La inteligencia luminosa del celuloide que sintetiza y celebra a las demás artes.
Black out. Extrañamos sus maratones fílmicos, e-mails epilépticos y telefonemas prolijos. Sus ex-mujeres se agrian por la omisión de los depósitos bancarios que cubrían la manutención legal de las niñas. En sucesivos encuentros que incrementan su frecuencia, Margot, Estela, Olga, Gerardo, Luis y yo escribimos, a doce manos, el guión virtual de una película fuera de foco donde Ramón se hace cargo de un premio gordo cualquiera. ¿Cuál de tus films predilectos estás protagonizando? Sobredosis de alcohol, nostalgia y nicotina salpican nuestras tertulias.(Con este relato breve participé, hará un par de años, en el renglón "Cuentos de cine" del Festival Fílmico de Gijón. Las bases establecían, básicamente, escritos inéditos en español, focalizados en la proyección de ficciones, que no superaran las veinte líneas de texto. Hubo un premio único al que no accedí. Concurrieron cerca de tres mil obras procedentes de buena parte del planeta. Siempre extrañé la iniciativa de una antología que compilase –qué sé yo– "Ciento 35 cuentos de cine". Ah, la foto que antecede este post podría titularse, sin mucho esfuerzo, "3B", ya que en esta cama coinciden las dos "b" de la Bardot y, no menos, la otra "b" de Jane Birkin, perversa fetiche de "Je t'aime moi non plus": ¿gala de la belleza gala?).
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