Parece ser, pues, que míster Muskiewitz se hartó de tanto tonto "clo(w)n" (sic) –el neologismo is made by myself, ¿okey?– que pulula por ahí ridiculizando la memoria del reyezuelo obeso de Memphis. Y en este orden de ¿ideas?, montó este parapeto mediático para alegrarnos el tedio y otorgarle algún sentido a su existencia, logrando prorrogar su proyecto de vida: un pretendido documental fílmico sobre su ídolo omnífago, titulado –en el colmo de la originalidad– "The truth about Elvis". Para quienes deseen comprobar la veracidad de lo aquí expuesto, la webpage correspondiente es: www.elviswanted.com
Confesaba Elvis Costello en una entrevista apócrifa a un periodista germano la maldición que había supuesto llamarse, también, "Elvis" y dedicarse, además, a la música angloparlante y en el mismo país, con escasos años de diferencia.
Este post implica mi participación en el concurso, pero sin la posibilidad de conceder absolutamente ninguna garantía en cuanto a la comprobación de mi relato: Tras declararlo clínicamente muerto aquel legendario 16 de agosto de 1977, el ambicioso forense cruzó la frontera canadiense con dos docenas de botellas resplandecientes de bourbon, para aligerar su conciencia, y un hiperbólico puñado de dolares. Elvis, por su parte, una vez suplantado su cadáver, tomó un vuelo privado, sin escalas, hasta una polvorienta y destartalada pista de aterrizaje en la xerófita península de Macanao. Desde entonces, temerario por naturaleza que sigue siendo el rey, Presley frecuenta el mercado de Conejeros para consumir litros de merengadas de frutas tropicales donde naufragan docenas de empanaditas de cazón con tajadas y caraotas refritas (tales tres ingredientes conjuntos en cada una de las fritangas neoespartanas). Establecer las coordenadas exactas del domicilio ¿elvítico, preslyano, elvisiano? ha resultado más arduo. Ya sé que esto es un burdo eufemismo para no reconocer abiertamente el fracaso de las pesquisas que no han arrojado ni el más minúsculo resultado en cuanto a data precisa que permitiría a la vigilancia satelital un "barrido" con saldo positivo. No en vano, continuaremos indagando con idea de sumar nuevos aportes a la búsqueda.
Se me ocurre la opción de establecer una "cooperativa" de ojos sabuesos para esta "search, but not to destroy", a ver si le conseguimos a Elvis asilo junto a Lady Di y Lennon, pues Diana ya no soporta las maledicencias de John sobre Yoko Ono y cómo está malgastando su herencia. Para hacerlo callar y desesperarlo, Lady Di le tararea "all you need is love" hasta que el exbeatle solicita el arbitrio beatífico de George Harrison.
Ah, el lapso improrrogable para participar en este torneo expira el primer día de junio, pero del 2008. Al premio en metálico de tres millones de dólares estadounidenses se le aplicarán las deducciones tributarias respectivas. Cosas veredes, Sancho. Good night and good luck.
2 comentarios:
Muy amable por pasar por mi blog, saliendo del tema de su post y haciendo referencia al mio en cuestion, le digo Sr. Miranda-Luque que definitivamente me declaro incompetente para entender tanta basura belica en este mundo! Ya no se sabe a ciencia cierta que lo que realmente ocurre en el globo, somos hormigas y peones del teatro que montan los Americanos con sus tragedias reales y algunas inventadas, que si el avion venia una terrorista senora entrada en anos con un sustancia (vaselina) para explotar un avion, para despues rapidamente cambiar de opinion y negar que no poseia nada, ya no sabremos que nos deparara el proximo Show Gringo, realmente con tantas mentiras no se sabe a quien creerle y que creer... Yo por mi parte prefiero tomar un avion a la patogonia que ir por esos lares a pasar un mal rato!
PD: DISCULPE LOS ERRORES PERO MI COMPUTADOR NO POSEE ACENTOS.
Saludos cordiales,
Cari
Caribbean girl: saltando de link en link aterricé en tu blog y pasé un buen rato leyéndote, así que bienvenida al mío cada vez que te plazca. Elvis aparte, el escritor anglo George Orwell se fue de visionario con su "1984". Allí está, prácticamente, todo escrito. Así que lo que tenemos que hacer es no perder nuestra capacidad de asombro y ficcionar, entonces, nuestras propias ficciones para combatir la siembra del pánico ajeno (pánico de laboratorio, además: ¿te has fijado que ningún medio tradicional –al menos que yo sepa– ha dudado de la veracidad de la alarma entonada a dúo por bush and blair singing sisters?: "oh, yes, sir, we have to search and destroy the bad guys with our wonderful bloody weapons, oh, yeah"). Pero aquí está internet para curarnos en salud mental, compartir catarsis y elevar aullidos cibernéticos. Abrazo sin equipaje de mano, JML.
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