...no nos dejes caer en la desconexión
y líbranos del silencio mediático y de todo virus,
por los gigas de los gigas, amén.
Creo en la web madre todopoderosa
y en Bill Gates, su único hijo,
engendrado, no clonado,
de la misma naturaleza que el cibercan que me ladre".
(Credo virtual para internautas y otros náufragos de este bendito milenio. Neoevangelio impío según el profeta JML)
Juan Cueto es un escritor español a quien leo habitualmente en www.elpais.com disfrutando sus crónicas. Gracias a él enriquezco mi léxico con este neologismo del "egocasting" que he venido suscribiendo sin enterarme, hasta ahora, del término. De las neuronas espejo ya tenía conciencia. En todo caso, me apetece mucho compartir el texto completo del artículo publicado justamente hoy en el portal ya mencionado:
"EGOCASTING Y NEURONAS ESPEJO
Ojo al nuevo palabro (sic) que amenaza con animar la temporada mediática, egocasting. En contra de lo que pudiera parecer, egocasting no es la manera rápida y concisa de llamar a esas colas de posadolescentes ante las sedes de nuestras teles para entrar en un reality tipo Gran Hermano u Operación Triunfo. Este nuevo término de la globalización lo inventó Christine Rosen en la revista The New Atlantis (puntocom) para denunciar la tendencia actual de reutilizar esas cacharrerías de comunicación global del cuarto de estar digital para incomunicarnos con el mundo exterior, es decir, para reconvertirnos en tecnoburbujas de aislamiento casero, en plan cocooning. Desde entonces, el vocablo ha dado con éxito la vuelta al globo porque, en definitiva, todos hacemos egocasting aunque no lo sepamos.
Éstos son algunos de los síntomas de la actual tendencia al egocasting, y con la mano en el corazón, en el centro-izquierda torácico, díganme si no han caído en la misma tentación egocéntrica y reaccionaria que yo cuando utilizamos los viejos y nuevos cacharros de comunicación para incomunicarnos, para estar aislados en nuestras burbujas inmunitarias, y no para buscar el reflejo del mundo exterior –“la ideología dominante”–, sino el reflejo de uno mismo. Porque egocasting es utilizar el iPod o el Zune para meter en las orejas nuestros propios sonidos íntimos sin necesidad de que los programen desde un centro emisor lejano; o zapear en el televisor plano y digital y con grabador DVR hacia los programas al margen de la tiranía del prime time; o rastrear por el método DVD o por el sistema legal o ilegal de Internet la película que en ese instante nos apetece; o, en fin, navegar por la Red hacia los blogs que nos reflejen o los post de nuestro propio blog. A eso mismo se le llama egocasting, y quien esté libre de pecado que tire la primera piedra digital.
La primera vez que en España se pronunció ese vocablo fue en este periódico y por mi amigo el profesor Vidal-Beneyto, que lo empleó (sin definirlo) para ilustrar un capítulo más en su investigación sobre el descrédito de la democracia, y analogado al egovirus de la posmodernidad, o sea, para darle un palo progre. A los divulgadores no nos gusta nada que se nos adelanten, y esta vez me sentí muy jodido porque Vidal-Beneyto fue el primero en nombrar esa nueva burbuja global que consiste en hacer casting, o zapping, en busca de esos espejos digitales que sólo reflejan nuestro ego.
Si los comunicólogos únicamente severos, valga la redundancia, habían denunciado desde Adorno y la Escuela de Francfort el consumo pasivo de esos mismos media que “sólo vehiculaban la ideología dominante”, ahora mismo sus discípulos denuncian con el mismo vigor ideológico esos media que reutilizamos para conectarnos con nuestro ego. Y aquí hay una contradicción como la copa de un pino analógico. Porque si consumimos los mass media en plan pasivo, como hasta ahora, estamos siendo reos de la célebre ideología dominante, pero si manipulamos los cacharros digitales en plan alternativo, para zapear hacia nuestro propio yo, para zafarnos por egocasting del diluvio neocapitalista, también somos unos reaccionarios encerrados en nuestras propias burbujas.
Sólo la comunidad científica, que diría el profesor Punset, puede resolver esta contradicción. Pues bien, los arquitectos del cerebro, los neurofisiólogos, han divulgado estos días una teoría que explica esta tendencia posmoderna hacia el egocasting dominante: la hipótesis de las neuronas espejo. Para simplificar, no sólo es que existen ahí arriba, en el interior de cráneo, unas neuronas espejo que funcionan por empatía social, que nos contagian las emociones que emiten las neuronas ajenas, sino que cuando falla el propio sistema inmunitario, y falla mucho, tienen la irrefrenable tendencia a buscar por ahí fuera las neuronas que mejor nos reflejan. Egocasting neuronal, o sea.
El problema ya no está en consumir en plan vegetal las imágenes y los sonidos que nos envían y programan desde un lejano centro emisor único, como en las utopías apocalípticas de Huxley, Orwell, Bradbury, Blade Runner o Matrix (donde, por cierto, no existían los móviles con pantalla ni mucho menos Internet o el iPod), ni siquiera en la posibilidad de reutilizar esos mismos artilugios para fabricarnos burbujas multimedia porque en mi casa mando yo y ya tengo las herramientas suficientes para emitir mis cortos por YouTube; producir y difundir mi propio blog o videoblog; elegir las músicas y pelis que me reflejan con el video-demande legal o ilegal de iTunes, Emule o BitTorrent; construir, recibir o distribuir play-lists, o montarme mis programas de radio por el método pod-cast. Nada de eso. El problema es que somos hijos de esas neuronas espejo de doble uso y por eso actuamos así, rebuscando en los media nuestra propia imagen y sonido.
En realidad es lo que desde el principio de la historia hicimos siempre. Rodearnos y conectarnos con los mundos (o pantallas) que nos reflejan como un espejo para conjurar el estrés exterior y defender nuestro sistema inmunitario".
EGOTECA
"Siempre es un alivio que mis personajes puedan darse el lujo de enloquecer por mí"
(Javier Miranda-Luque)
—NARRATIVA:
FEROCES REBAÑOS DE NUBES
EL CORAZÓN ES UNA MALA METÁFORA
MALDITA WEB
CAJA TORÁCICA
Y BEBIERON FELICES PARA SIEMPRE
(Javier Miranda-Luque)
—NARRATIVA:
FEROCES REBAÑOS DE NUBES
EL CORAZÓN ES UNA MALA METÁFORA
MALDITA WEB
CAJA TORÁCICA
Y BEBIERON FELICES PARA SIEMPRE
CONCIERTO PARA FUSIL SOLO
—NARRATIVA INTERRUPTUS:
YO, NOSFERATU: EL TEDIO DEL VAMPIRO
—NARRATIVA HÍPER-EXPLÍCITA:
PIANO DE COLA DESAFINADO OBSTRUYE ESCALERA MECÁNICA
—NARRATIVA INFANTIL:
EN LOS TÚNELES CIERRO LOS OJOS COMPLETAMENTE Y ACELERO MUY DURO SIN PARAR
DISPÁRAME CUANTAS PALABRAS QUIERAS
—TEATRO A 4 MANOS:
ESTADO CIVIL (FRA)CASADA
—POE+:
(I)CO(NO)REOGRAFÍA
PLANTÍGRADOS
PLANTÍGRADOS 2.0
GRAMASUTRA
—DRAE ADULTERADO:
DICCIONARIO APÓCRIFO
—ANTOLOGÍA HÍPER-SUBJETIVA:
SMS DE SAN AGUSTÍN
TUITS DE SANTA TERESA
—NARRATIVA INTERRUPTUS:
YO, NOSFERATU: EL TEDIO DEL VAMPIRO
—NARRATIVA HÍPER-EXPLÍCITA:
PIANO DE COLA DESAFINADO OBSTRUYE ESCALERA MECÁNICA
—NARRATIVA INFANTIL:
EN LOS TÚNELES CIERRO LOS OJOS COMPLETAMENTE Y ACELERO MUY DURO SIN PARAR
DISPÁRAME CUANTAS PALABRAS QUIERAS
—TEATRO A 4 MANOS:
ESTADO CIVIL (FRA)CASADA
—POE+:
(I)CO(NO)REOGRAFÍA
PLANTÍGRADOS
PLANTÍGRADOS 2.0
GRAMASUTRA
—DRAE ADULTERADO:
DICCIONARIO APÓCRIFO
—ANTOLOGÍA HÍPER-SUBJETIVA:
SMS DE SAN AGUSTÍN
TUITS DE SANTA TERESA
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1 comentario:
Caramba! ¡Qué aporte tan contundente!
¡Salud, Javier!
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