BLINDNESS: fe, sí, ciega

Confieso que jamás he leído a Saramago, aunque anoche me quedé pegado a la pantalla barrigona de mi añejo televisor viendo (contemplando, admirando) BLINDNESS, la versión fílmica (guión del canadiense Don McKellar, regia del brasileño Fernando Meirelles) del libro del portugués José Saramago. Reitero que ignoro la cuota de fidelidad al texto primigenio, pero debo decir, encantado de la vida, que el film resulta espléndidamente delirante en su ¿des-utopía? de pánico-ficción "coral" con un casting de personajes creíbles, fluídos, a quienes nos suscribimos en sus periplos de fe ciega en la existencia ("de cada día soy de este mundo; oh, alegría, me enalteces", me recita al oído el chino Valera Mora), recobrando, de alguna manera maquiavélica, el paraíso perdido de la desnudez sin pudores ofídicos. La mejor iconografía de la película, aparte del caos y la desolación apocalíptica de supervivientes en procesión agónica, se focaliza en las estatuas religiosas de miradas vendadas cuyos ojos dejan de serlo cuando no te logran ver protagonizando tus plegarias, cualesquiera que éstas sean. ¿Ves?