El tan mentado vocablo "hijo de puta" proviene de la mitología griega, cuando Zeus anatemiza al filántropo Prometeo, llamándolo "hijo de Jápeto"; con el transcurrir del tiempo, aquello degeneró fonéticamente en "hijo de puta".
Lo auténticamente auspicioso de la mitología es que siempre podemos remitirnos a ella en busca de referencias, antecedentes, reminiscencias, invocaciones e inspiraciones variopintas. ¿No es acaso Pandora un antecedente preclaro que catapultó la ficción de Mary Shelley en Frankenstein? ¿No era acaso la mitología el google jurásico?
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