Pactando con Mefisto para animar la fecha

Vaya post tramposo donde los haya. Mefisto es mi gato. Un puto gato negro que se coleó por la ventana abierta de la cocina y se quedó aquí –damn it– damnificado, okupa, pues, ocupando un lugar en el espacio, ¿su? lugar en el espacio de mi apartamento onerosamente arrendado con usura inmobiliaria, invasor zoológico —invazoor— de mis predios domésticos, de mi intimidad elevada aritméticamente (subdividida, ninguneada) a la metrocuadrada potencia que estipula el contrato renovable automáticamente, a menos que el casero decida lo contrario.

Con Mefisto pacto que no se pasee pisoteándome el teclado (aunque debo admitir que, en ocasiones prodigiosas, el puto gato ha ¿escrito, dactilografiado, patilografiado? textos memorables que he publicado rubricándolos como míos. Total, sus derechos de gatautor se los pago en atún enlatado, leche descremada y otras exquisiteces de sospechoso gusto felino, pero que no fellinesco).

Pacto —no menos— que Mefisto vomite sus pelotas de pelo directamente sobre la ropa tendida de la vecina de abajo; que espante a los pajarracos hitchcockeanos que revolotean repulsivamente cerca de mi balcón y ventanas; que maúlle escandalosamente en plena madrugada alarmando a los miembros fundamentalistas de la junta de condominio que me anatemizan —pronunciando entre imprecaciones mi nombre y el del gato— amenazándome con desalojarme, sin percatarse de que lo que hacen es invocar al maligno, belcebú, lucifer, astarot, astarté, señor de las tinieblas de su ignorancia quejumbrosa , destartalada, depauperada y —doy fe— famélica.

Pero de lo que yo pretendía escribir en esta fecha (ONCE ONCE, cual denominación comercial –marca registrada– del famoso panqué de manufactura creole) es de un tal Fausto Goethe que pactaba en vivo y directo con Mefistófeles, truequeando intangibles deliciosos que lo catapultaban —sumergiéndolo— en placeres edénicos, hedonismos irrestrictos. Soberbios y delirantes dioses enviagrados flotando en single malt 18 years old on the rocks, please. Please to please me y la bocota de Mick Jagger rockeando en estéreo urbi et orbi.

Pues que hoy es 11 y Joaquín Sabina se pregunta pastoso, lastimoso y lastimero "quién me ha robado el mes de abril, cómo pudo sucederme a mí", mientras ZP es investido (y el rey está desnudo, oh) cual jefe de gobiernibérico in my ZPain (acidificando estrepitosamente la indigestión de Rajoy, de Aznar y demás carcamales peperos) y el Fausto Goéthico festeja un par de siglos sigilosos, incapaces de silenciar su vigencia acojonante.

POST —IN MEMORIAM— A TODOS LOS GATOS SUICIDAS E INSENSATOS QUE INTENTAN VOLAR DESDE EL PISO CATORCE. ME TEMO QUE LA PLATAFORMA DE LANZAMIENTO ASPIRA A SER MÁS ALTA, CUAL TORRE DE BABEL INACABADA, TRAMPOLÍN TRAMPOSO, CATAPULTA DESNUTRIDA, TRAMPAJAULA TERRENA: ¡ MALDITO SEAS, NEWTON, TÚ Y TU GRAVEDAD GRAVOSA, TÚ Y TU LÚCIDO GRAVAMEN IMPOSTERGABLE QUE NOS ANCLA !