
Nota al pie del post: le temo + a los Beatlémanos (y Lennonianos que adoran a yokOno) que a los mismísimos Terroristas Teresianos o vaticanos. Y sí, si los mercaderes del templo de VIAGRA tienen a bien patrocinar mi antología nefanda (tal y como hicieron con ese largometraje publicitario de gente enviagrada que es "Avatar"), pues yo acepto encantado de la vida y de ese mecenazgo. Advierto, eso sí, que no admito ningún tipo de trueque de sexofármacos. Pueden girar a la cuenta bancaria de mi hija mayor en Alemania.
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