
Ah, ya escucho murmurar que yo digo esto porque me gané ambos concursos. Pues así es. Y se lo ganó mi esposa este año en Literatura Infantil, quien además fue finalista del Sacven en el 2003 y ahora -aparte del lecho, techo, biblioteca, computadora y facturas- compartimos antología en TATUAJES DE CIUDAD, donde también está la ex-inédita monteavileña Krina Ber (soberbia cultora del pánico-ficción en el que me regodeo) y el ficcionario Héctor Torres (vecino sacveniano & urbi et orbi) y Enza García (chaguarameña honoris causa) y Omar Mesones (otrora inédito de MonteÁvila y compañero de tatuaje citadino) y Mario Morenza (de la jocosa hermandad Chang).
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