Esta película es una auténtica gozada que me apetece compartir aquí (al menos, sus nueve minutos iniciales que se regodean en el "american nightmare" que adoraba aquel narrador icónico espléndido que fue Robert Altman).Posteriormente a este tremendo film, tanto a Shelley Duvall como a Sissy Spacek las anatemizaron con personajillos tales como la novia de Popeye y Carrie, respectivamente.
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