
Sí que sí: la web es mi cibertoy, ¿por qué no? Así destierro el tedio laboral de mis predios. Virtualsurfeando, pues, me topo de frente con el viejo
Thelonious Monk y aquella portada del album extraviado en alguna mudanza. Ah, me consta que últimamente estoy desplazándome demasiado en el tiempo, pero, merced a ello, aquí está este cover antológico que a mí siempre se me ha antojado cual
pesebre-pánico delicioso y delirante.
Golpes de piano, como quien dice o titula alguno de sus textos.
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